No recuerdo cuando descubrí el webcomic El Sistema D13 del gran Joan Tretze, pero cada una de sus tiras roleras añadía una gota al vaso de mi nostalgia, hasta que el vaso se llenó, más o menos a finales de noviembre de 2013, coincidiendo con la publicidad que Devir dio a su inminente publicación en castellano de Pathfinder.
No conocía Pathfinder (salió en los USA durante mi exilio de los juegos de rol, y además nunca había sido muy de D&D) pero en ese momento me pareció que el revuelo que levantó su publicación en España merecía indagar un poco más sobre el juego. Así descubrí que existe la Sociedad Pathfinder, que en líneas MUY generales es una comunidad de directores y jugadores de Pathfinder organizada y apoyada por Paizo (la editorial original) [y aquí también por Devir] que permite a jugadores y directores sin grupo fijo reunirse periódicamente para jugar.
Las virtudes del Juego Organizado de Pathfinder (o Sociedad Pathfinder) son muchas (y algún defecto tiene), pero fue la posibilidad de poder jugar a rol sin necesidad de grupo fijo fue lo que finalmente me llevó a probarlo. Indagué un poco y descubrí que en las inminentes Ayudar Jugando del 2013, que se iban a realizar los días 7 y 8 de diciembre, habría partidas de Pathfinder, así que decidí pasarme por allí el domingo por la tarde y probar por mi mismo el Pathfinder y el Juego Organizado del mismo. Además el domingo por la tarde había una subasta benéfica de material de rol y tenía intención de pujar por un original de Joan Tretze que había hecho ex professo para dicha subasta.
Quiso la mala suerte que el domingo por la tarde no hubieran partidas de Pathfinder, así que dediqué mi tiempo a curiosear un poco. Conocí también a Joan Tretze, y aunque no gané la subasta por su original (alguien lo quería MUCHO más que yo) si tuve la fortuna de ganar una cesta de productos de rol de la editorial NoSoloRol. Tengo que confesar que en ese momento ni conocía la editorial, ni el contenido de la cesta; simplemente compré un número del sorteo por eso de colaborar con la labor benéfica de Ayudar Jugando. Pero los hados debían estar muy interesados en que yo volviera a jugar a rol, porque me llevé la cesta con un solo número. NSR tardó unos días en mandarme el lote (aunque yo tampoco tenía mucha prisa) y no llegó hasta mediados de enero; pero considero esta como mi "primera compra" de rol en muuuuchos años.
Dejadme decir que del lote solo conocía el Aquelarre, y ha sido el único libro que me he quedado para mí. Otros los he regalado (a gente que aprecio o a mi club de rol, del que hablaré en otra entrada) o cedido a la misma Ayudar Jugando este 2014 para que los vendan en su mercadillo y recauden un poco más para su labor solidaria.
Así que aunque las Ayudar Jugando 2013 fueron satisfactorias por muchos motivos, no conseguí jugar a rol. De todos modos no tuve que esperar mucho más, porque el fin de semana siguiente eran las DAU (en Barcelona el mes de diciembre es intenso en cuanto a partidas), así que me aseguré de que el domingo por la tarde hubiera partida y pude, por fin, jugar a rol después de años de sequía. Y aunque tengo muy mala memoria, recuerdo aún la fecha (14 de diciembre de 13), el escenario (Written in Blood), al master (David Caseras, de Igualada), el personaje pregenerado con el que jugué (un Aasimar paladín de Iomedae de nivel 1), el desarrollo de la partida y a casi todos los jugadores (aunque ayuda que haya coincidido de nuevo con ellos en otras mesas de la Sociedad).
Desde esa fecha he asistido al menos a un evento al mes (la Sociedad Pathfinder de Barcelona es muy activa, mucho más de lo que mis obligaciones familiares me permiten), he conocido a muchos directores y a más jugadores, he reencontrado viejos amigos de mi época dorada del rol en la Universidad, he hecho algunos amigos nuevos y en resumen he disfrutado del rol.
Y a pesar de todo me ha costado comprometerme de lleno con Pathfinder. Aunque compré el manual traducido en PDF en cuanto se habilitó la compra en la web de Paizo (el 31 de diciembre de 2013; no es que tenga buena memoria, es que tengo el mail con el recibo de compra), y el siguiente Sant Jordi (el 23 de abril de 2014) mi mujer me regaló el manual físico (por cierto comprado en la nueva Gigamesh el día de su inauguración), lo cierto es que más de un año después AÚN no he dirigido ningún escenario de Pathfinder.
Y eso que ya desde el inicio el destino me dejó claro que mi suerte era dirigir Pathfinder, ya que el 25 de febrero de 2014 gané en un sorteo del blog Dragonadas Varias una de las Pantalla del DJ de Pathfinder que sortearon.
Al principio quería acumular partidas para coger el tono y la mecánica del juego; yo mismo me puse como hito empezar a dirigir para la Sociedad en verano, coincidiendo con la nueva temporada del juego organizado. Incluso me llevé de vacaciones en la tablet un escenario (#5-8, The Confirmation) para prepararlo para setiembre. Pero me olvidé el cargador. Sí, en serio: quería preparar la partida y no pude. Y después de eso no he encontrado el momento. Hasta el próximo sábado, en el que dirigiré el escenario #6-10, The Wounded Wisp... ¡si se apunta algún jugador a mi mesa, que los inscritos hasta el momento la están evitando como si estuviera maldita!
En cualquier caso, ya va siendo hora: he estado jugando a Pathfinder más de un año sin dirigir ni un triste escenario, y me siento moralmente obligado a aportar mi granito de arena a que la Sociedad Pathfinder de Barcelona siga creciendo y evolucionando. ¡Incluso estos reyes magos (6 de enero de 2015) me han regalado La Guía del Mar Interior y El Bestiario!
De este sábado no pasa.