martes, 13 de enero de 2015

Mi vuelta al rol a los 40 (I): Pathfinder

Suelo decir que mi crisis de los 40 consistió en volver al rol, y aunque es cierto que el paso definitivo lo di un par de semanas después de cumplir tan temida edad, la verdad es que dicho paso ya llevaba algún tiempo gestándose en mi interior.

No recuerdo cuando descubrí el webcomic El Sistema D13 del gran Joan Tretze, pero cada una de sus tiras roleras añadía una gota al vaso de mi nostalgia, hasta que el vaso se llenó, más o menos a finales de noviembre de 2013, coincidiendo con la publicidad que Devir dio a su inminente publicación en castellano de Pathfinder.

No conocía Pathfinder (salió en los USA durante mi exilio de los juegos de rol, y además nunca había sido muy de D&D) pero en ese momento me pareció que el revuelo que levantó su publicación en España merecía indagar un poco más sobre el juego. Así descubrí que existe la Sociedad Pathfinder, que en líneas MUY generales es una comunidad de directores y jugadores de Pathfinder organizada y apoyada por Paizo (la editorial original) [y aquí también por Devir] que permite a jugadores y directores sin grupo fijo reunirse periódicamente para jugar.

Las virtudes del Juego Organizado de Pathfinder (o Sociedad Pathfinder) son muchas (y algún defecto tiene), pero fue la posibilidad de poder jugar a rol sin necesidad de grupo fijo fue lo que finalmente me llevó a probarlo. Indagué un poco y descubrí que en las inminentes Ayudar Jugando del 2013, que se iban a realizar los días 7 y 8 de diciembre, habría partidas de Pathfinder, así que decidí pasarme por allí el domingo por la tarde y probar por mi mismo el Pathfinder y el Juego Organizado del mismo. Además el domingo por la tarde había una subasta benéfica de material de rol y tenía intención de pujar por un original de Joan Tretze que había hecho ex professo para dicha subasta.

Quiso la mala suerte que el domingo por la tarde no hubieran partidas de Pathfinder, así que dediqué mi tiempo a curiosear un poco. Conocí también a Joan Tretze, y aunque no gané la subasta por su original (alguien lo quería MUCHO más que yo) si tuve la fortuna de ganar una cesta de productos de rol de la editorial NoSoloRol. Tengo que confesar que en ese momento ni conocía la editorial, ni el contenido de la cesta; simplemente compré un número del sorteo por eso de colaborar con la labor benéfica de Ayudar Jugando. Pero los hados debían estar muy interesados en que yo volviera a jugar a rol, porque me llevé la cesta con un solo número. NSR tardó unos días en mandarme el lote (aunque yo tampoco tenía mucha prisa) y no llegó hasta mediados de enero; pero considero esta como mi "primera compra" de rol en muuuuchos años.

Dejadme decir que del lote solo conocía el Aquelarre, y ha sido el único libro que me he quedado para mí. Otros los he regalado (a gente que aprecio o a mi club de rol, del que hablaré en otra entrada) o cedido a la misma Ayudar Jugando este 2014 para que los vendan en su mercadillo y recauden un poco más para su labor solidaria.

Así que aunque las Ayudar Jugando 2013 fueron satisfactorias por muchos motivos, no conseguí jugar a rol. De todos modos no tuve que esperar mucho más, porque el fin de semana siguiente eran las DAU (en Barcelona el mes de diciembre es intenso en cuanto a partidas), así que me aseguré de que el domingo por la tarde hubiera partida y pude, por fin, jugar a rol después de años de sequía. Y aunque tengo muy mala memoria, recuerdo aún la fecha (14 de diciembre de 13), el escenario (Written in Blood), al master (David Caseras, de Igualada), el personaje pregenerado con el que jugué (un Aasimar paladín de Iomedae de nivel 1), el desarrollo de la partida y a casi todos los jugadores (aunque ayuda que haya coincidido de nuevo con ellos en otras mesas de la Sociedad).

Desde esa fecha he asistido al menos a un evento al mes (la Sociedad Pathfinder de Barcelona es muy activa, mucho más de lo que mis obligaciones familiares me permiten), he conocido a muchos directores y a más jugadores, he reencontrado viejos amigos de mi época dorada del rol en la Universidad, he hecho algunos amigos nuevos y en resumen he disfrutado del rol.

Y a pesar de todo me ha costado comprometerme de lleno con Pathfinder. Aunque compré el manual traducido en PDF en cuanto se habilitó la compra en la web de Paizo (el 31 de diciembre de 2013; no es que tenga buena memoria, es que tengo el mail con el recibo de compra), y el siguiente Sant Jordi (el 23 de abril de 2014) mi mujer me regaló el manual físico (por cierto comprado en la nueva Gigamesh el día de su inauguración), lo cierto es que más de un año después AÚN no he dirigido ningún escenario de Pathfinder.

Y eso que ya desde el inicio el destino me dejó claro que mi suerte era dirigir Pathfinder, ya que el 25 de febrero de 2014 gané en un sorteo del blog Dragonadas Varias una de las Pantalla del DJ de Pathfinder que sortearon.

Al principio quería acumular partidas para coger el tono y la mecánica del juego; yo mismo me puse como hito empezar a dirigir para la Sociedad en verano, coincidiendo con la nueva temporada del juego organizado. Incluso me llevé de vacaciones en la tablet un escenario (#5-8, The Confirmation) para prepararlo para setiembre. Pero me olvidé el cargador. Sí, en serio: quería preparar la partida y no pude. Y después de eso no he encontrado el momento. Hasta el próximo sábado, en el que dirigiré el escenario #6-10, The Wounded Wisp... ¡si se apunta algún jugador a mi mesa, que los inscritos hasta el momento la están evitando como si estuviera maldita!

En cualquier caso, ya va siendo hora: he estado jugando a Pathfinder más de un año sin dirigir ni un triste escenario, y me siento moralmente obligado a aportar mi granito de arena a que la Sociedad Pathfinder de Barcelona siga creciendo y evolucionando. ¡Incluso estos reyes magos (6 de enero de 2015) me han regalado La Guía del Mar Interior y El Bestiario!

De este sábado no pasa.

lunes, 22 de diciembre de 2014

El principio... a mitad del camino

¿Cómo empieza uno a escribir un blog?

Pues no lo sé, la verdad. Supongo que exactamente como lo estoy haciendo ahora: mirando la pantalla como sin en algún rincón oculto de la misma se encontrara el secreto para escribir una primera entrada interesante y a la vez graciosa, que cautive al lector que por error llegue a la misma y que me permita entrar a formar parte de la élite de los blogueros por la puerta grande mientras un coro de ángeles anuncia al mundo que EL BLOG finalmente ha llegado y que porqué no está todo el mundo adorándome.

Y luego la realidad me hace recordar que
a) no tengo demasiada gracia
b) no tengo nada interesante que contar
c) estamos prácticamente en 2015 y ya casi nadie se molesta en leer un texto; es mejor verlo en youtube o escucharlo en un podcast.

Así que supongo que la pregunta debería ser...

¿Por qué empieza uno a escribir un blog?

Esta pregunta, afortunadamente, sí la puedo responder. Recientemente +Carlos de la Cruz Morales, en su blog La Frikoteca, ha escrito una serie de entradas bajo el tema "La Forja de un Friki" en la que explica de forma sorprendentemente amena su historia (¡en 9 entradas nada menos!) con los juegos de rol.

Reconozco que siento envidia de su capacidad para recordar tantos detalles de su vida (aunque él diga que al necesario ejercicio de memoria se le tiene que añadir una gran dosis de investigación en la hemeroteca rolera aderezada con cierta capacidad para suplir los huecos con cierta inventiva), sobretodo si tengo en cuenta mi nefasta memoria.

¿Escribir el blog me ayudará a recordar los años que dediqué al rol?

No; pero al menos me permitirá recordar en un futuro lo que estoy haciendo ahora. Y supongo que eso ya vale como motivo.

Como me conozco y tiendo a escribir demasiado, creo que sería conveniente no alargar mucho esta primera entrada. No si quiero que alguien repita alguna vez, al menos. Pero aún no he dicho nada de mi, y supongo que una primera entrada debería al menos presentar al escritor, así que...

¿Quién soy yo?

Me llamo Albert, soy de Barcelona, tengo 41 años, estoy casado desde hace más de 14 y soy padre de una niña de 10 años y de un niño de 8.

Tengo la fortuna de tener un trabajo fijo (de "informático", como si ése término sirviera para explicar a nadie mi trabajo), un piso compartido con el banco y una mujer que por motivos que desconozco aún me soporta más de 20 años después de conocerme.

¿Y a los 40 me da por jugar a rol?

Sí y no. En realidad empecé a jugar a rol hace más de 25 años, y le dediqué al rol una gran parte de mi juventud. Pero perdí el contacto con el rol de mesa poco después de casarme y he estado alejado del mundillo durante más de 10 años...

...hasta que cumplí los 40, hace poco más de un año. Y, al parecer, mi crisis de los 40 fue una especie de regresión a mi juventud y, por ende, al rol. Mejor eso que los coches de lujo supongo. Bueno, al menos lo del rol me lo puedo permitir :)

¿Y porqué crees que a alguien le interesa cómo y porqué has vuelto al rol?

No, en realidad no creo que a nadie le interese. Afortunadamente nadie está obligado a leerme, así que...